Con sólo mencionar la palabra masturbación, los hombres dicen que son expertos; es una práctica casi diaria a la que ya ni le prestan mucha importancia. La han hecho tanto, que hasta le perdieron el gusto y se olvidaron del verdadero objetivo de esta.
Recuerden que la masturbación es exploración, por ello te recomendamos que tomes está practica de otra manera, dedicándote tal como si fuera una relación sexual con una mujer hermosa.
Según una afamada sexóloga que escribe para el diario 20 minutos.es, le debes dedicar una hora y un lugar reservado, tal como si fuera una cita, no olvides desconectar el teléfono.
¿Cómo prepararse? Para empezar es buena una ducha y si lo prefieres un baño relajado y tranquilo, con música (no vale rock).
Prepárate un refresco o un vino fresco. Busca una crema corporal agradable y si tienes un gran espejo a mano también lo vas a necesitar.
GEOGRAFIA DEL PENE
Ahora vas a explorar tu cuerpo y sobretodo tus genitales. Me imagino que los habrás visto miles de veces, pero vamos a ponerle nombre a lo que ves. El pene es un tubo formado por dos mitades que nunca son exactamente iguales, esto hace que la mayoría de ellos tengan una ligera desviación en cualquiera de las cuatro direcciones, arriba, abajo, a la derecha o a la izquierda.
El pene tiene tres partes: dos raíces imbricadas en la musculatura del abdomen, el tallo cubierto de una gruesa piel muy elástica a través de la cual pueden verse las venas y el glande que está cubierto por una piel fina, delicada y muy sensible. En la unión de ambas partes, tallo y glande, se forma una piel gruesa, el prepucio, que recubre y protege el glande. El pene de un adulto en estado de flacidez mide unos 7 cm de longitud y unos 9 cm de circunferencia, en estado de erección estas medidas pueden duplicarse o triplicarse.
La erección completa se consigue cuando el tallo del pene logra un ángulo de 90º o más con respecto al abdomen y una rigidez suficiente para permitir la penetración.
SIGUE EXPLORANDO TU CUERPO
Pero tu geografía del placer no es sólo el pene, sube la mano hacia tu pecho y toca tus tetillas, son pequeños pezones, que parecen inútiles, sin embargo no segregan leche porque no tienes suficiente prolactina, la hormona que hace que las hembras mamíferas amamanten, algunos hombres pueden hacerlo y su sensibilidad es tan intensa que pude llevarte al orgasmo su sola caricia.
El periné es una almohadilla muscular que une el escroto y el ano, es muy sensible y una zona muy placentera junto con el escroto y el ano, pero en la cabeza de muchos hombres flota el fantasma de la homosexualidad y pensar que pueden tener una respuesta erótica por esas zonas les hace plantearse su tendencia sexual. Esto es radicalmente falso, la tendencia sexual no está en la piel sino en el cerebro, no tiene nada que ver con los gustos sexuales sino con las personas a las que van dirigidos esos gustos. No eres gay porque sientas placer en el periné o en el ano.