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Buses del Corredor Sur cobran de más
Usuarios del área este de la ciudad capital se quejaron de que algunos buseros de la ruta Corredor-Sur-Felipillo, "se están pasando de vivos". La tarifa establecida para los conductores de buses diablos rojos es de 0.75 centésimos, pero son pocos los que se ajustan a lo establecido, pues la mayoría cobra un dólar por persona. Además de esto, asegura un lector que reside en esta zona, que en horas de la noche hay que soportar que esos señores llenen el bus a su máxima capacidad, sin importarles que hay un decreto que prohibe que en los buses de Corredor vayan personas de pie. Revela el denunciante que cuando llegan al Corredor Sur, hay patrullas de la ATTT que muchas veces paran a estos conductores, pero después de hablar unos minutos con ellos, los dejan ir.
Las chivas no son suficientes
Residentes de Los Cántaros, en el corregimiento de la 24 de Diciembre, se quejaron de que el transporte interno que funciona en la barriada no llena las necesidades del gran número de personas que allí reside. Explicaron que el problema se siente más durante las horas pico y los fines de semana, porque escasea el número de busitos que circulan por el lugar.
La basura se los traga
En varias calles de Panamá Viejo, en el corregimiento de Parque Lefevre, la basura está a punto de tragarse a los moradores. Un lector se queja de que en sitios como la Calle 1, se tardan mucho en recoger la basura, lo que permite a los indigentes, perros, gatos y roedores, hagan de las suyas. Se solicita a la Dirección de Aseo y Ornato Municipal que trate de hacer las rondas para recolectar los desechos un poco más continuos.
"Chupan" donde les da la gana
Una lectora cuestionó si el decreto municipal que prohibe libar en los sitios públicos ya fue derogado. Esto se debe a que ya es cosa de casi todos los días, ver en los buses a personas, en su gran mayoría hombres de diferentes edades, llegar con sus cartuchitos con latas de cerveza, sentarse y sin importar quién esté a su lado, ponerse a beber. Afirmó la afectada, que a los bebedores les da igual si es un menor de edad, un adulto mayor, o una dama la que esté sentada junto a ellos, éstos abren su lata y a beber se ha dicho. Indicó que esto es a ciencia y paciencia de los buseros, que muchas veces se dan cuenta de lo que está pasando y no dicen nada. Advirtió que en los alrededores de los sitios de expendio de licor en muchos barrios del país la cosa es peor.
Más vigilancia
Un ciudadano destacó que, salvo algunas fallas, la Cinta Costera de la Avenida Balboa está muy bonita, pero al paso que vamos dentro de poco estará vuelta añicos. Argumentó el lector que las áreas verdes, donde supuestamente no se puede caminar, son utilizadas por los niños y hasta adultos para jugar pelota, además de que las usan como atajo para acceder a la calzada. Sugirió que se coloquen más vigilantes que eduquen a los visitantes. El asunto es que la educación comienza en la casa, no en la escuela ni en la calle.
Para hacer sus denuncias llame
al 230-7777, Ext. 7657 y 7658
de 10:00 A.M. a 12:00 M/D, o llene el formulario que se encuentra
arriba.

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