La nueva propuesta del Chelsea de Carlo Ancelotti dio ayer a los blues, en la tanda de los penaltis (4-1), el primer trofeo de la temporada, la Community Shield, ante el campeón liguero, un Manchester United que inauguró era, con poca fortuna, sin el ya madridista Cristiano Ronaldo.
La incombustible formación de Alex Ferguson no supo gestionar con tino los recursos del nuevo formato que exhibe el ganador de la FA Cup, un Chelsea que conseguía dar un giro de 180 grados a un pulso que empezó dominando de forma clara el United.