Cuando las mujeres inician un embarazo, las primeras indicaciones que se les da es reducir el consumo de gaseosas, por la cantidad de azúcares que contienen; por ello, las futuras madres optan por beber las bebidas bajas en endulzantes.
Pero según un estudio, beber cantidades de bebidas endulzadas artificialmente estaría asociado con un mayor riesgo de tener partos prematuros. "Consumir cantidades de ese tipo de productos no sería buena opción para las embarazadas", dijo el doctor Thorhallur I. Halldorsson, de Statens Serum Institut, en Copenhague.
Las bebidas "diet" se promocionan como una alternativa saludable de las gaseosas y los jugos. Pero el equipo de Halldorsson observó que existen muy pocos estudios sobre la seguridad del consumo regular de edulcorantes en los seres humanos. Recientemente, a las gaseosas, comunes o dietéticas, se las asoció con la hipertensión, que aumenta el riesgo de tener parto prematuro.