"Pelea por tu Beca", el nombre de la "cartilla del año", en la que vieron acción niños, y que apoyó el alcalde capitalino, Bosco Ricardo Vallarino, conlleva un mensaje dubitativo y, por ende, con ciertos ribetes de peligrosidad para la juventud: golpea, agrede, vence y serás recompensado... Si pierdes, te jodiste...
En una sociedad como la nuestra, cargada de violencia, y que divide a sus miembros en ganadores y perdedores con relación al éxito económico alcanzado, estimular la actividad deportiva invocando "pelear por una beca (o sea, por dinero)" es una metida de pata tan torpe, especialmente si viene de un ente municipal que, se supone, debe alentar los valores solidarios.
Desde Crítica la intención no ha sido atacar el boxeo. No, nuestro objetivo no es desacreditar a un deporte que nos ha dado múltiples satisfacciones, como planteó el reconocido entrenador Rigoberto Garibaldi... Atacamos el mensaje.
Tanto valores positivos (paz, unidad, solidaridad) desdeñados en esta sociedad, y que deberíamos rescatar e inculcar, especialmente en la niñez... Pero el Alcalde -que creemos quería hacer un bien en pro de su deteriorada imagen y cuestionada labor- nos sale con una invitación a la guerra: "Pelea por tu Beca".
A los atletas -y más cuando están en etapa de formación- no se les debe vender principios que tengan un norte equivocado.
Es de hombre errar. A veces, hasta a quienes nos consideramos hombres educados nos cuesta no echar mano de la violencia premeditada o inconscientemente. El mediocre -decía José Ingenieros- "difícilmente acepta sus yerros".
Al final -según nos contó Garibaldi- supe que el equipo de Bosco Vallarino rectificó y las becas fueron otorgadas a los más necesitados y no a los vencedores, como se anunció. Y si fue así, díganlo. Decir me equivoqué, es de humano.