Cuatro familias se encuentran inmersas en medio del luto y el dolor. El desagradable sentimiento que deja la impotencia, ante la tragedia ocurrida la tarde del jueves, es indescriptible, llevándonos a pensar por qué se mueren los buenos, si de los malos hay por montón.
El saber que se estuvo allí y que, a pesar de todos los esfuerzos, no se pudo hacer nada para salvarle la vida a estos trabajadores de la construcción es un sinsabor que no podrán olvidar nunca sus compañeros.
NINGUNO SOBREVIVIO
Se pudiera pensar que el barrio de El Chorrillo vive en un constante luto, casi se podría afirmar que no hay una semana en la que no haya un muerto en este populoso barrio.
Lo nefasto es que entre los malos, también viven personas buenas, trabajadoras, que velan por su familia, como el caso de Isaac Eloy Pérez Moreno, de 30 años de edad, quien fue uno de los primeros trabajadores que lograron rescatar del derrumbe de Calle 74 San Francisco, pero que al final perdió la vida.
Alfredo Pérez describe a su hermano Isaac como un joven tranquilo, hogareño y el penúltimo de ocho hermanos y la luz de los ojos de su padre. Proviene de una familia humilde, residente en Calle 23 El Chorrillo, y deja en orfandad a dos niñas pequeñas, que tendrán que crecer sin el amor de su padre.
Isaac tenía 5 años desempeñándose como ayudante general dentro de los proyectos de la Constructora Corcione y Asociados.
A otra que le "invade" el dolor de haber perdido a su hermano Luis Alfredo Mena, es Gisela Broutt. Mena fue un joven obrero de la construcción de apenas 26 años, que deja en la orfandad a tres niñas, entre los 7 y 3 años. Para Gisela esta tragedia no puede quedar impune.
"A mi hermano le decíamos "Fellito", de cariño, y se desempeñaba como ayudante general, residía con la familia en Calle 17 Santa Ana, y le gustaba jugar al fútbol.
Su muerte fue dictaminada a las 1: 53 de la madrugada del viernes, en la Sala de Cuidados Intensivos del Hospital Santo Tomás; sobrevivió al desastre unas 9 horas.
Oriundo de Puerto Armuelles, provincia de Chiriquí, llegó a la capital en busca de trabajo hace un año y medio el joven José Boniche, quien fue el último de los sobrevivientes del desastre de San Francisco en perder la vida.
Boniche peleó por su vida; sin embargo, debido al tiempo que pasó sin oxígeno tuvo daño cerebral severo, del cual no se pudo sobreponer.
Fue alegre y buen amigo de los niños del Sector 10 de Belén, donde residía junto a la familia de una tía. Era el mayor de cuatro hermanos.
Según su prima, quien no quiso revelar su identidad, dijo que era un muchacho tranquilo que le gustaba la fiesta, pero que no se metía con nadie. Tenía un año de laborar como ayudante general para la constructora.
Juan Ramos Rodríguez, de 45 años , quien tenía 6 años de servicio como ayudante general, fue uno de los primeros declarados muerto.
Su familia visiblemente afectada sólo pudo pedir respeto a su dolor, ante la pérdida tan trágica y traumática del muchacho.
INICIAN INVESTIGACION
"La tragedia van a ser investigados en primera instancia por la Fiscalía Auxiliar", indicó Karen Porcell, subsecretaria general del Ministerio Público.
Si en las investigaciones que adelanta la Fiscalía Auxilar se comprueba la existencia de un homicidio doloso, el expediente sería remitido por competencia a una Fiscalía de Circuito, señaló Porcell.