Según un estudio del que se hace eco "The New York Times", los fumadores tienen 3 veces más probabilidades de dejar de fumar si reciben una señal de alerta, como un ataque al corazón, apoplejía o el diagnóstico de que padecen cáncer pulmonar, que aquellas que sufren sobrepeso, que sólo pierden a lo sumo, 1 o 2 kilos después de haber sido diagnosticadas con una enfermedad seria, como algún trastorno cardiovascular o diabetes.
No está del todo claro porqué una cardiopatía mueve a los pacientes a dejar de fumar, pero no a bajar de peso.
La autora del estudio especula que la mayoría de los planes de salud no contemplan programas para bajar de peso y sí para dejar de fumar. Otra posible causa es que el tabaco se percibe más mortífero que los kilos de más, por más que el principal asesino de hombres sea el infarto (íntimamente relacionado, en muchos casos, con la obesidad).