Con un empate a uno, el Al Ittihad, un equipo sin repercusión internacional, dejó en evidencia la puesta en marcha de la nueva maquinaria blanca, incapaz de sacar adelante el duelo ante el entusiasta conjunto saudí en el Santiago Bernabeu, en el compromiso del torneo de la Copa de la Paz.
De caras nuevas de un proyecto liderado en el campo por el portugués Cristiano Ronaldo, que empezó pegado a la banda izquierda mientras el holandés Wesley Sneijder lo hizo por la derecha. Mucho toque y poca profundidad en los metros finales. Más entusiasmo ofensivo puso el cuadro árabe.
Cada acción local estuvo acompañada de una floritura, especialmente de Cristiano Ronaldo, demasiado pendiente de la expectación que ha generado su llegada al Real Madrid y su puesta en escena en el Bernabeu.