Es como el aire, el agua, como el sol... así es la selección. Apoyarla es tan esencial como la vida, como el amor, como la chica a la que uno quiere enamorar.
Hoy vamos todos al estadio a apoyar a nuestro equipo ante Guatemala.
En este espacio no quiero hablar del técnico, de los jugadores que faltan, simplemente no quiero criticar. Tampoco que se crea que quiero ocultar lo que pasa en el entorno de nuestra selección.
Que hacen falta jugadores es cierto. Pero también es cierto que el técnico apuesta por aquellos que tiene entrenando todos los días en el país.
Y como expresé al principio de esta columna, tenemos que mostrar nuestro amor por la camiseta nacional, por la selección. Es fácil criticar y no ir al estadio, así como para alguien es fácil decir que está enamorado y no visitar a la novia.
Cómo en la vida, los amores de lejos no funcionan (salvo algunas excepciones); en el fútbol, el que no va al estadio, el que no invierte B/.3.00, B/.5.00, B/.10.00, o más en una boleta de entrada, mal podría hablar del equipo nacional.
Es cierto que los medios le brindan un marco de referencia importante al público para opinar, sin embargo el hincha debe acudir a ver los partidos para crear su propia opinión.
El encuentro de esta noche en el Rommel Fernández sirve para mirar muchas cosas. Primero, ver cómo reacciona el equipo con los jugadores que entrenan actualmente, segundo, ver al "Pistolero" por primera vez con los hermanos Dely Valdés y tercero, ver a la "sele" sin "El Matador" Tejada y "Patón" Pillips.
Por eso hoy yo voy al estadio igual que ustedes; vestido de rojo para apoyar a mi equipo, con el amor de hincha, pero con la objetividad de un comunicador.
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