Reducir la ingestión de calorías en la dieta a una edad avanzada, alarga la vida de los ratones y podría tener el mismo efecto en los seres humanos, según un estudio publicado recientemente en Estados Unidos.
No obstante, este no es el primer trabajo que se publica en este sentido. De hecho, investigaciones anteriores ya habían demostrado que los ratones que comen pocas calorías cuando son jóvenes viven más que los que tienen una alimentación normal. Sin embargo, la originalidad de este último trabajo reside en el hecho de que éste es el primer estudio que señala que la longevidad también aumenta cuando el cambio en la dieta habitual se produce cuando son mayores.
Este novedoso informe ha sido publicado en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Science y fue producido por un equipo liderado por Stephen Sindler, de la Universidad de California en Riverside. Los científicos realizaron la investigación entre ratones de 19 meses, equivalente a entre 60 y 65 años humanos, y descubrieron que los que recibieron una dieta baja en calorías vivieron hasta seis meses más que los que comieron de forma normal. También constataron que el corte en calorías atrasó el desarrollo de cánceres, una causa común de muerte entre los ratones.
Además, el cambio de dieta provocó modificaciones inmediatas en la actuación de los genes, las cuales podrían abrir un camino para retardar el envejecimiento en los seres humanos, según Spindler. Otros estudios han demostrado que los roedores que ingieren pocas calorías desde que nacen viven hasta cuatro años más, con lo que doblan su longevidad normal, pero esta investigación demuestra que nunca es tarde para empezar a comer mejor.
