Los más de 40 indígenas provenientes de Changuinola, que se mantienen en el Hotel Doral de la ciudad capital, en la espera de que sus familiares les den de alta en el Hospital Santo Tomás, advirtieron ayer que si las autoridades no les brindan una respuesta concreta a sus necesidades socieconómicas, se atrincherarán en esta locación turística.
Ernesto Chirico señaló que desde el pasado martes, un grupo de los familiares se acercó a la Presidencia de la República, con la finalidad de hacerle entrega al jefe del Ejecutivo, Ricardo Martinelli, un pliego de cuatro peticiones.
El documento solicita la entrega de indemnizaciones tanto a los familiares de los campesinos que murieron, como a las esposas e hijos de los obreros que han perdido su capacidad visual de manera temporal o parcial, así como también designar plazas de trabajo a los familiares afectados por los disturbios.
Y es que desde el pasado viernes, del Hospital Santo Tomás han estado saliendo varios pacientes, y ni siquiera les entregan las medicinas.
"Mi hijo fue dado de alta, me dieron una receta y me dijeron que allí no dan medicinas y que tenía que comprarlas", expresó Chirico.
En tanto, el dirigente Alberto Ábrego dejó clara la posición de los obreros, al señalar que "si la Ley 30 no va a ser derogada por el Presidente de la República, nos vamos a tirar a la calle en Bocas del Toro otra vez".
Ábrego reiteró que los pobladores están molestos porque han sido catalogados como "ignorantes", "borrachos", "vagos", cuando lo único que hicieron la semana pasada fue declararse en huelga, ante la implementación de una ley inconsulta.
De igual forma, negó que estuvieron siendo manipulados por el PRD y el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares, porque la mayoría de la dirigencia pertenece al partido en Cambio Democrático.
"Pertenecemos a Cambio Democrático, y nos sentimos defraudados, porque el Presidente resultó ser más de lo mismo", concluyeron los humildes trabajadores.
