Para habilitar la transformación de las heces de los cerdos en gas, inició con la compró de una secadora industrial de segunda utilizada para secar ropa y la habilitó para que separara los sólidos del líquido en los desechos orgánicos.
Con esto permite solo el paso de sólidos de un milímetros a través de una tubería llega a los tres biodigestores donde las bacterias convierten el agua del excremento de los cerdos en líquido y el fétido olor se convierte en gas. Mediante unas tuberías, este gas llega hasta el molino donde procesan cremas nutritivas.
Es decir, que el horno que está encendido las 24 horas se mantiene encendido el 50% con cáscara de arroz y el otro 50% con el gas metano que llega procedente del biodigestor.
A pesar que no ha medido cuantas libras de gas metano producen las excretas de los cerdos, es suficiente para mantener encendido el horno que sirve para el proceso de las multicremas que venden en el mercado nacional.
Los tres biodigestores de 25 metros de largo, digieren toda la materia orgánica remanente en el agua, para evitar que este proceso no se dé en las lagunas, produciendo mal olor. Ahora son los pioneros en el manejo de este sistema que podría ser usado por otros productores.