Taniska Morgan del quinto grado, a su poca edad, sostiene que si todas las escuelas implementaran los huertos escolares, serían pocos los niños y estudiantes que tuvieran que soportar el hambre y hasta en sus casas hubiese comida, puesto que los niños serían capaces de enseñarles a sus padres cómo producir alimentos en los huertos caseros.
Los sistemas de huertos en las escuelas no solo produce alimentos para los comedores escolares, si no también el aprendizaje para los niños que a temprana edad adquieren los conocimientos de cómo producir comida usando métodos sencillos y con pocos cuidados.
Ana Flores, Jesús Barrante y muchos niños de la Escuela Anexa Dominios El Canadá de Santiago dijeron estar preocupados por que han visto escuelas que no tienen nada sembrado en sus huertos, otras no cuentan con espacio para realizar estas actividades que les enseña cómo producir alimentos.
Una niña se acercó y sin decir su nombre, comentó que mientras muchas escuelas no pueden implementar los huertos escolares por falta de espacio y los niños no pueden aprender a sembrar hay muchas personas que en nuestro país tienen miles de hectáreas de tierra, sin usarlas, por lo que señaló que es necesario que se regule la tenencia de este recurso y se despoje a los grandes terratenientes de estos bienes.