Casi ningún pueblo aborigen del mundo ha sobrevivido a las influencias de los otros grupos humanos o que no hayan sido tocados por la “civilización”
Es triste que las poblaciones indígenas del mundo y Panamá pierdan sus manifestaciones culturales por influencia de una sociedad que los priva de su identidad.
OJEADA AL MUNDO INDIGENA
Cuado en Panamá hablamos de folclore estamos más identificados siempre con los grupos mestizos y en último caso con los negroides, pero es poco lo que se habla acerca de los indígenas.
Es justo reconocer que nuestro folclore también tiene algo de estos pueblos indígenas. El que más se conoce es el de los Kunas, cuyos bailes y danzas son presentandos a menudo en diferentes eventos culturales y fechas especiales.
Pero, no podemos decir lo mismo de otros grupos aborígenes como los Gnobe Bugles, Emberá- Wounaan, los Bokotas o Teribes; por lo general poco conocidos. Todos ellos tienen interesantes expresiones culturales que deben ser difundidas o dadas a conocer.
A veces esto resulta un difícil, pues los pueblos indígenas son celosos con sus costumbres y prefieren celebrarlas a solas para sí mismos, lejos de miradas extrañas.
Por lo general, estas costumbres están relacionadas a ritos y ceremonias sociales como la pubertad, cura de enfermedades o matrimonios.
CEREMONIAS INDIGENAS
Son muy diversas por ejemplo, entre los Gnobe Buglés el evento social más importante es el Krung o Juego de Balsería. Este grupo étnico se reúne para comer, bailar, beber y compartir, mientras los hombres se golpean rudamente con palos de balsos secos, previamente preparados.
Entre los Emberá-Wounaan es reconocida la figura del Jaibaná o curandero, quien recurre a diferentes plantas para curar diversos males. Sobresale la cura de la picadura de serpientes que requiere de un ritual mágico religioso.
Para los kunas uno de los rituales de mayor trascendencia es una boda o todos los detalles que giran alrededor de las etapas de crecimiento de las niñas como la “Icco Inna”, que siginifica ceremonia de la aguja y de la chicha, para celebrar los diez días de nacidad de una pequeña. También está la ceremonia de Inna Súit, o chicha larga. Dura tres días seguidos y se celebra para iniciar a las niñas de cuatro a 10 años.