En el próximo pasado mes de junio se efectuó en Ginebra, Suiza, la nonagésima reunión del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.), en donde se procedió a revisar y reemplazar recomendaciones hechas en 1966, sobre las cooperativas en los países en vías de desarrollo.
El extenso documento aprobado, que lleva como título "Texto de la Recomendación sobre la Promoción de las Cooperativas", entre sus muchas consideraciones dice que "la mundialización ha creado presiones, problemas, retos y oportunidades nuevas y diferentes para las cooperativas y que se precisan formas más enérgicas de solidaridad humana en el plano nacional e internacional para facilitar una distribución más equitativa de los beneficios de la globalización".
De hecho, la O.I.T. está aseverando que la globalización ha traído beneficios a los países en vías de desarrollo, lo cual es cuestionable y permite reafirmarnos en nuestra apreciación cuando recomienda "formas más enérgicas de solidaridad humana en el plano nacional e internacional".
¿Por qué no se manifiesta la O.I.T. en el sentido de que esa solidaridad humana se manifieste en los países más ricos y desarrollados , a favor de los países en vías de desarrollo?
En fin, las muchas recomendaciones se concentran en aspectos tales como "el ámbito de aplicación, definición y objetivos"; acerca del "marco político y papel de los gobiernos"; en la "aplicación de las políticas públicas de promoción de las cooperativas"; en el "papel de las organizaciones de empleados y de trabajadores y de las organizaciones cooperativas y relaciones entre ellas" y finalmente, sobre "la cooperación internacional".
Acerca de esta cooperación internacional, señala entre otras cosas que "la cooperación internacional debería ser facilitada mediante el intercambio de información sobre políticas y programas que hayan resultado eficaces en la creación de empleo y la generación de ingresos para los socios de las cooperativas".
¿Por qué la O.I.T. no propone fórmulas para que los países más ricos y desarrollados no propicien el gran desempleo que ha traído la globalización?. ¿No está usted de acuerdo, estimado lector?
Sería conveniente que la dirigencia de los trabajadores organizados y la de los cooperativistas hicieran un gran debate sobre las recomendaciones hechas por la O.I.T. y se concluyera con un pronunciamiento en cuanto al verdadero papel que desempeña esta organización mundial, que nos parece poco favorece a los trabajadores. |