El primer ministro turco, Bulent Ecevit, emergió desafiante ayer para enfrentar el reto de un recién declarado movimiento de centro-izquierda, que busca llegar al poder advirtiendo que Ecevit ya no puede gobernar.
"Debemos continuar con este gobierno hasta el final", dijo Ecevit, ignorando los llamados a elecciones anticipadas e insistiendo en que su aparentemente dividida coalición, podría alcanzar un acuerdo con la Unión Europea.
Ismail Cem, quien dejó el partido de Ecevit y renunció como canciller esta semana, dijo que había formado un nuevo movimiento político con el ministro de Economía Kemal Dervis, piloto de un programa multimillonario de crisis respaldado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con el ex viceprimer ministro Husamettin Ozkan.
El grupo es conocido como la "troika" Dervis, sin embargo, permanece en el gobierno.
El anuncio de Cem había sido muy esperado por los mercados y por aliados occidentales de Turquía, quienes consideran a Dervis como el hombre que podría garantizar que sea implementado un plan para sacar a Turquía de su peor recesión desde 1945.
Se teme que la incertidumbre sobre el futuro de Ecevit, de 77 años y enfermo, y el llamado a posibles elecciones anticipadas, puedan echar por tierra el programa del FMI. |