Con la caída de Uruguay ante Holanda se asegura que la final de la Copa FIFA será entre equipos de naciones europeas. ¿Será entonces que Europa juega más fútbol que América del Sur? No creo, lo que sí es que, después de que los hechos han pasado, los entrenadores de Holanda, España y Alemania hicieron las cosas con más calma, con más inteligencia y sin dramas ni tragedias.
En Brasil y Argentina, los colosos que pueden luchar la copa contra los europeos, todo fue confusión. La Confederación Brasileña de Deportes, CBF, escogió a un jugador campeón mundial como Dunga, pero que no jugaba a lo brasileño. Que basó su carrera en su esfuerzo y su rudeza. Y nos enseñó a un Brasil que primero defendía que atacaba.
Los argentinos escogieron a Diego Maradona, un hombre que no tiene términos medios, ha vivido en la gloria, y ha descendido a los infiernos. Los argentinos, en sus 200 años de vida independiente, escogieron a Maradona entre los 3 personajes de su historia. Entonces es difícil cuestionar a un ídolo de carne y hueso y que una persona así logre el equilibrio en un equipo de fútbol para que compita con éxito en un Mundial.
De Vicente del Bosque podemos decir que llegó a Sudáfrica, maduro, sabio y ganador de la Eurocopa. Eso le restó la presión que arrastraron otros "coachs" españoles. Aunque por la derrota en el primer juego, volvió a sufrir cuestionamientos. Con paciencia y declaraciones modestas, consiguió llegar a semifinales y creo que lo mejor de España está por verse.
De Joachim Löw, solo se puede hablar bien. Cuando se vio presionado por la no convocatoria de Kuranyi y por otras cosas, dijo que ya estaba listo. Que no necesitaba a nadie. Se lesionó Ballack, no se desesperó, quizás ese fue el secreto de esta Alemania, en la que los jóvenes se sintieron libres para jugar tan bien.
Del entrenador holandés, Marwijk, se sabe que fue un mediocre jugador. Pero que tiene triunfos como entrenador en Copa UEFA, y en el campeonato holandés. También que ha trabajado mucho con juveniles. Está rodeado de grandes ex jugadores y se nota su oficio.
De Tabárez, el uruguayo, solo se pueden escribir loas, pues devolvió el orgullo a Uruguay, sin bombos ni platillos, sin llantos ni melodramas, un ejemplo para sus vecinos.