El servicio al cliente es el principal pilar de toda organización. El diccionario enciclopédico Larousse lo define como "Disposición: "estar al servicio de alguien".
Si usted es un jefe y está leyendo esto de seguro pensará que debe estar a la disposición de sus clientes y dar su mejor esfuerzo por ellos, también pensaría en tratar bien a los accionistas y a su superior, si fuera el caso. Por supuesto, "el cliente siempre tiene la razón".
¿Y sus empleados? Si usted pensó en ellos, ¡bravo!, pero, si no lo hizo, más vale que empiece a tomarlos en cuenta, porque usted es la cabeza de la organización o departamento y es quien tiene la responsabilidad de comportarse de acorde a su posición y rango.
Piénselo, usted sería incapaz de gritarle a un cliente o de ignorarlo, traicionarlo, menospreciarlo entre otras cosas peores, pero a lo mejor su empleado no corra con la misma suerte porque la mayoría de las veces recibe la peor descarga negativa, conducta típica de un ogro. Tampoco se trata que sea un jefe mentiroso o que actúe como una serpiente venenosa.
Se trata de un verdadero servicio al cliente interno, respetar y valorar al recurso humano, tener la disposición y saber inspirar para que esto se traduzca en un verdadero servicio al cliente externo en todos los niveles de la organización.
Ahora pregúntese ¿cuándo fue la última vez que le sirvió el café a su secretaria?, ¿alguna vez se acercó a ese empleado que usted considera callado e inútil y le ofreció su ayuda incondicional para que pudiera ser el mejor? o ¿es usted de esos que tiene la política de la puerta abierta, sin embargo por ella solo entran unos cuantos?
Estúdiese, reencuéntrese consigo mismo, perfecciónese como persona, esto lo ayudara a liberar el estrés del trabajo y de paso ganará un escalón en las relaciones laborales.
