Conducir un vehículo propio es el sueño de muchos, pero cuando no se tiene, hay personas que quieren farolear a costa de otros y hasta ¡sin permiso!
Un conductor desconocido irrumpió la paz y tranquilidad de un vecindario en La Chorrera la mañana del viernes, cuando los rayos del sol apenas comenzaban a revestir el hermoso azul del cielo.
El sujeto, que conducía un auto de color gris marca "Nissan", intentaba dar un giro no permitido y cayó en una cuneta la cual irónicamente tiene una señal de "ALTO".
El conductor decía a los testigos presentes de que el auto se lo había prestado un amigo.
Pero la situación se le puso "color de hormiga"-como dicen algunos-cuando de pronto se detuvo un taxi del cual se bajó una mujer con actitud furiosa.
"¿Qué (*) tú haces con mi carro?", "¿Quién (*) te dio permiso para usarlo?, eran los gritos histéricos con los que la fémina llamó la atención del hombre que manejaba el auto que ella reclamaba como de su propiedad.
Mientras la dueña del carro le reclamaba también lo trató de agarrar con toda su fuerza por los brazos, ya que el hombre intentaba huir ante la mirada atónita de los todos los presentes.
Empero, el sujeto estaba dispuesto a seguir dando sorpresas, ya que aparte de conducir el carro sin permiso de la propietaria, intentó agredirla físicamente.
Inmediatamente los vecinos del lugar intervinieron para evitar que el hombre embrutecido violentara sin escrúpulos contra la mujer, pero en un descuido el sujeto salió corriendo desesperadamente cual alma que lleva el diablo.
Sin embargo, no salió airoso en su misión imposible por escapar de su responsabilidad, ya que unidades del orden público lo capturaron y lo condujeron al cuartel policial de La Chorrera.
Un comerciante de un taller cercano al lugar de los hechos ayudó con su pick up para sacar de la cuneta el automóvil de la afectada.
Cabe destacar que el farolero, según los estudiosos, es una persona se caracteriza por presumir objetos materiales y por querer llamar la atención ya que no tiene seguridad en su personalidad.
En Panamá -al igual que en el resto del mundo- abundan los faroleros que no pueden apagar el celular en conferencias, actos oficiales o ritos religiosos, los que lucen carro prestado y los que lo toman sin permiso de sus dueños para después decir que no tienen dinero para hacerle frente a los daños causados.
Trasladarse de un lugar a otro en un automóvil es sin lugar a dudas más cómodo que viajar en transporte colectivo, pero cuando no se tiene un auto propio es preferible optar por el transporte público para evitar problemas.
PROBLEMAS GRATIS
Muchos de los conductores que causan accidentes de tránsito no son ni siquiera los propietarios de los vehículos y se buscan problemas por farolear.