Aung San Suu Kyi fue transferida de la siniestra prisión de Insein, cuyas condiciones de detención, "verdaderamente deplorables", fueron criticadas por la ONU, pero este gesto no calmará a una comunidad internacional que exige la liberación inmediata de la dirigente de la oposición birmana.
Suu Kyi "fue transferida, al final de la semana pasada, y se encuentra en un establecimiento no precisado", declaró el miércoles una fuente informada de Rangún, que agregó que la junta en el poder dispone de "numerosos campamentos militares y 'casas del gobierno' ("casas de huéspedes") donde puede mantener a los opositores incomunicados".
Entre numerosas posibilidades, Suu Kyi podría estar en el campamento militar de Yemon, a 40 km de Rangún, pero también podría ser cambiada regularmente de lugar.
Este traslado "hacia un lugar más adecuado responde a las observaciones sobre las condiciones deplorables" de detención de la opositora, efectuadas por el emisario de la ONU, Razali Ismail, que visitó a Suu Kyi el 10 de junio, indicó la fuente. |