La victoria sobre Estados Unidos en octavos de final (2-1) ha devuelto la confianza a la selección de Ghana, cuyos jugadores empiezan a soñar con ser el primer equipo africano que levanta la Copa FIFA.
"Estamos listos para vivir el último sueño", declaró Samuel Inkoom, un centrocampista de sólo 20 años que lleva una temporada impecable, después de conseguir con el Basilea, los títulos suizos de Liga y Copa y de ser campeón mundial con la selección sub-20, además de jugar la final de la Copa de África, en enero pasado.