El fútbol, un deporte que en Corea del Sur no podía competir con el béisbol, se consolidó con el Mundial de Sudáfrica en el mayor fenómeno de masas del país y un negocio para todo tipo de empresas que estiman ganancias millonarias.
Con el pase de Corea del Sur a segunda ronda del Sudáfrica 2010, el país asiático se rindió a una euforia futbolera que, según el Instituto de Investigación Hyundai, generará alrededor de 1.195 millones de euros.
"Antes del 2002, el fútbol no era un deporte importante, pero ahora, sobre todo en este Mundial, se ha demostrado que es el que más gente arrastra", indica Sang-rok, uno de los redactores jefe del diario Dong-a Ilbo.