OPINION


¡Cuánto Fariseísmo!

linea
Por Osvaldo Ramos
Comunicador Social

Las denuncias interpuestas estos últimos meses por políticos criollos, relacionados con supuestos actos de corrupción, ha traído como consecuencias múltiples escritos y actores en el escenario nacional, determinado por personas interesadas en participar en el debate nacional. Hoy día se rasgan las vestiduras de quienes han traficado influencias toda la vida en los puestos públicos o puestos directivos partidistas.

Quienes creen ser la conciencia moral del país deberán examinarse para que no les pase lo de los fariseos en el pasaje bíblico. No quiero decir con esto que condono la corrupción, sino que reflexionemos si tenemos derecho de acusar a los demás y aparecer inmaculados ante el país.

Pero así como deben individualizarse las responsabilidades penales, así también hay que castigar a los corruptos de ayer y a los de hoy. A los que robaron al Estado bajo anteriores administraciones que hoy quieren pasar agachados, por eso pienso que los escándalos no deben encasillarse políticamente, al calor de posibles odios o amores. Así que, ¡por favor!, no sigan los cínicos profesionales politizando en forma maniquea la corrupción administrativa y parlamentaria actual.

Me refiero a aquellos que recurren a la pluma insidiosa y al micrófono desaforado para dar y convidar. Y es que resulta ser que la ofensa personal a que se ha llegado en este país no tiene nombre. Respeto a algunos políticos, columnistas, que ahora les ha dado por escribir, que utilizan un lenguaje francote cuando no descarado. Empero, tratándose de personajes liberales como profesionales agudos, jamás lo imaginé colocándose letreros de "bienvenidos" a los insultos y a las ofensas, a falta de argumentos para contraponerlos con lo que no está de acuerdo. Es, sencillamente, sustituir los fundamentos, aunque no se compartan, por los agravios. Y añadir que ante la impotencia colectiva y la desorganización para canalizar la inconformidad, la ofensa personal y la degradación de la honra merecen plena acogida; mejor dicho; después de esto, ¡APAGA Y VAMONOS!. La ocasión es para recordarles el pensamiento de labios de un ex presidente de Colombia. Decía: "Las acusaciones que son de tan común ocurrencia, no son graves, sino en la medida en que sean ciertas". De ahí el rigor con que debe proceder quien escribe cuando de hacer imputaciones se trata.

"La prensa debe ser, según el viejo apotegma del siglo XIX, antorcha que ilumina y no sea que incendia", una frase de cajón que se resume más diáfanamente en el texto clásico de que la prensa es libre, pero responsable.

Nadie pone en duda la necesidad de "purificar" las costumbres políticas, lo que resulta cuestionable es que ese objetivo válido haya servido de fundamento de un Estado de Derecho.

 

volver arriba 

 

 

linea
linea gris

| Primera Plana | Portada | Nacionales | Opinión | Económicas | Mundo |
| Deportes | Provincias | Variedades | Sucesos | Sociales | Ediciones Anteriores |
| Buscador de Noticias | Clasificados Epasa |



bandera de Panama
Ciudad de Panamá
Copyright © 1995-2002 Crítica en Línea-EPASA
Todos los Derechos Reservados