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Muchas cosas están afectando los cambios estructurales de la nación panameña, y una de ellas es el empobrecimiento de lo que una vez se llamó la clase media. Basta con ver las urbanizaciones que en una época fueron la ilusión de quienes provenían de barrios populares y escalaban hacia otros niveles socioeconómicos.
La aplicación del neoliberalismo para saciar los apetitos de los organismos financieros internacionales, no ha permitido una evolución mucho más moderada que permita, en los sectores nacionales, poder asimilar tan drásticos cambios.
Se privatizaron recursos productivos que sirvieron para asimilar a profesionales y técnicos con salarios que les permitían mantener un nivel promedio de vida.
La quiebra de empresas que no han podido soportar las fuerzas globalizantes, ha hecho también que otra legión de panameños haya perdido sus ingresos sin poder recuperarse.
Como consecuencia, la microempresa también está golpeada y todo ese auge que en el pasado lo constituyó el sector social intermedio, hoy se mantienen como capas medias que van rumbo a los límites de la pobreza.
El mejor caso lo vemos en las urbanizaciones que quedan como vestigio de esa época, donde abundan las casas que se venden o reposeídas por los bancos, en otras queda el recuerdo de la alegría y de la bonanza que se vivió en otros tiempos. |
