Varias motoniveladoras preparaban ayer domingo el terreno para la instalación de una controversial cerca electrónica que según funcionarios israelíes tiene el fin evitar atacantes suicidas palestinos, pero sin convertirse en una frontera definitiva.
Además, el primer ministro Ariel Sharon rechazó la idea de un estado provisional palestino, sugerida sutilmente por el secretario de Estado norteamericano Colin Powell, y que está siendo considerada por el gobierno del presidente George W. Bush. La idea tampoco entusiasma a los palestinos, pero por otras razones.
Los palestinos y los derechistas israelíes han expresado una enérgica oposición a la instalación de la cerca, que deberá reemplazar a una serie de barreras y bardas levantadas el año pasado, las cuales no fueron efectivas.
La primera sección de la cerca cuyo primer trecho será de 115 kilómetros y partirá de la intersección de Salem, cerca de Afula, en el norte de Israel, hacia el sur hasta un punto al noreste de Tel Aviv. Tendrá una longitud de 350 kilómetros, según el Ministerio de Defensa.
Los palestinos sostienen que más allá de la cerca quedarán tierras que ellos desean para un estado.
Políticos israelíes de derecha temen que lo que llaman barda de seguridad'' se convierta en una frontera permanente con un futuro estado palestino, lo que dejaría aislados en Cisjordania a unos 200.000 colonos judíos.
El ministro de Defensa Binyamin Ben-Eliezer dijo que aumenta el consenso entre políticos israelíes en apoyo de la cerca, a la que ha calificado como necesaria y temporal. Ben-Eliezer dijo ayer que con la construcción de la cerca no se pretende erigir una barrera política.
Tiene un objetivo y es claro: defender las vidas de ciudadanos israelíes'', dijo Ben Eliezer. Cada día que pasa sin que la reja sea construida, podría costarnos más víctimas'', agregó.
Durante una reunión del gabinete de Sharon, celebrada ayer, varios ministros criticaron el proyecto pero las labores para su construcción continuarán por ahora, y el gabinete de seguridad retomará el tema el miércoles.
Sharon, quien respaldó fervientemente durante décadas la expansión de los asentamientos judíos, se opuso durante mucho tiempo a esa barrera por razones ideológicas, pero dio su aprobación de mala gana este mes. Los palestinos creen que la instalación de la barda será parte de un plan secreto israelí para quedarse con Cisjordania. |