La democracia permite que todos los que viven en un país y sean adultos, participen en unas elecciones. Eso es lo que se conoce como el voto popular, pues considera que "pueblos somos todos".
Hace muchos años el voto sólo lo podían ejercer ciertas personas y no todo el mundo.
Así por ejemplo, hubo países donde solamente votaban en las elecciones aquellos que sabían leer y escribir.
Eso era porque se consideraba que si el votante no era alfabetizado, entonces podría ser manipulado fácilmente por politiqueros.
En Panamá durante casi cuarenta años no pudo ejercer el voto la mujer. No pregunten por qué, ya que no tengo la respuesta.
Ahora que han pasado las elecciones comprendo que a veces la gente vota por muchas razones y no por la lógica.
Esto se refiere al llamado "voto salsa", el de los jóvenes de dieciocho años para arriba. Los que votaban por primera vez.
Tal como lo captó nuestro experto en estadísticas "Yeyo", fueron los jóvenes los que decidieron la elección.
Ningún partido con sus inscritos podría conseguir la victoria. Por lo tanto necesitaban el apoyo de los indecisos, independientes... y los más de un cuarto de millón del "voto salsa".
Varias personas maduras han criticado la actitud de los jóvenes en estas elecciones.
Consideran que han sido irresponsables ante la democracia que perdimos por veintiún años de dictadura.
Esa gente sostiene que llevar al poder a un hijo de un dictador militar, es un riesgo para el futuro de este país. Piensan que en el PRD hay suficientes elementos de la dictadura (conocidos como "momias") que pueden influir en el licenciado Martín.
Comprendo esos temores. Nadie quiere volver a los horribles días dictatoriales, a menos que pertenezca a los que se beneficiaron con ella.
Hace poco alguien me dijo muy serio, que cuando estaba Noriega había mayor seguridad en Panamá, corría el dinero y empleos.
No quise desmentirlo porque consideré una pérdida de tiempo. Pienso que ese sujeto -y los otros que piensen como él-, anhelan el regreso de la bota militar para disfrutar de sus prebendas.
Parecerá absurdo, pero hay panameños que piensan y suspiran por el retorno de la dictadura militar. Por eso el "voto salsa" de jovencitos despreocupados por los temores de sus padres, que le dieron un visto bueno al "joven" Martín, le quita el sueño a más de uno en este momento.