La Fuerza Aérea brasileña encontró este martes de un avión en el límite de la zona brasileña en Atlántico. Horas después, el ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobim, aseguraba no tener "ninguna duda" de que estos eran del Airbus A330-200 desaparecido en la madrugada del lunes con 228 personas a bordo.
Jobim ha confirmado que el avión de Air France desaparecido "cayó en la zona brasileña", basado en los divisados en el océano por los aviones de la Fuerza Aérea de Brasil.
Según el titular de Defensa, los aviones brasileños detectaron "una franja de cinco kilómetros de avión". Ésta "confirma que el avión cayó en este lugar", dijo Jobim, que fue categórico al respecto: "Son los del avión. No hay ninguna duda".
Estos hallazgos, que incluyen material metálico, combustible y asientos flotando en el agua, fueron avistados a 650 kilómetros al noreste de la isla de Fernando de Noronha, es decir, a unos 1.000 kilómetros de las costas brasileñas y a aproximadamente 2.000 de Senegal.
"Aún no podemos decir que sean del avión porque es necesario retirar una pieza y que contenga un número o marca que la identifique como parte del avión", afirmó el vicedirector de Comunicación Social de la Aeronáutica, coronel Jorge Amaral.
LA IMPORTANCIA DE LAS CAJAS NEGRAS
Las cajas negras, que en realidad son naranjas, -aunque el color negro obedece mejor al contexto funerario y al morbo informativo- centrarán la investigación una vez que se encuentre el avión.
París ya ha organizado sus "exequias" hoy miércoles en la catedral de Notre Dame. Incluso la Gran Mezquita de París ha previsto los correspondientes ritos funerarios. Es la manera de reaccionar a la más que probable muerte de 228 personas, aunque el misterio del accidente puede eternizarse y quedarse sin solución.
UN MES DE PLAZO
"Si hicieron falta meses para llegar al Titanic, que era un transatlántico inmenso, figúrense encontrar en el océano unos artilugios que miden como el envoltorio de un sombrero", decía Derek Clark en nombre de una compañía escocesa que fabrica cajas negras y toda suerte de artilugios para la aviación civil y militar.
El ministro de Defensa galo, Hervé Morin, sostiene que no hay elementos suficientes para mencionar un atentado terrorista, pero también considera temerario que pueda resolverse el misterio del accidente asegurando que un rayo partió el avión. De ahí la importancia de encontrar las cajas negras, cuyo 'disco duro' aloja todos los detalles técnicos del vuelo y hasta las conversaciones de los pilotos.
¿PUEDE UN RAYO TIRAR UN AVION?
Los expertos no creen que el rayo sea la única causa del accidente.
Turbulencias "severas" y granizo. Ése era el pronóstico previsto por la Oficina de Meteorología de Londres para el 1 de junio de 2009, en la zona del Océano Atlántico en la que desapareció el avión de Air France. En concreto, entre la línea del Ecuador y el Meridiano 30 oeste.
Eso significa que en el momento de la desaparición del A-330-200 de Air France, la aeronave tuvo que sortear altos niveles de inclemencias meteorológicas, justo antes de llegar a las islas de Cabo Verde.
¿FUE ESTA LA CAUSA DEL SINIESTRO?
La respuesta se encuentra en las cajas negras del avión, que también serán difíciles de recuperar porque la profundidad del mar en esa zona, situada entre Brasil y Senegal, es de 3.000 metros.