REFLEXIONES
"Lotería ilegal: Casada y clandestina"

Carlos Christian Sánchez C.
Colaborador
Como es normal en todos los países, existe un juego que recibe la preferencia popular, debido a que es la única forma de lograr grandes riquezas en cosa de segundos. En una ánfora circular o en una máquina especial, un grupo de balotas giran y flotan con números de la suerte: es la bendita Lotería. Para bien o para mal, la Lotería es algo que no se le puede sacar de la mente. Es parte de la idiosincrasia del panameño. Empero, hay gente que se aprovecha de ese factor para lucrar en beneficio propio, sin importar las reglas del juego limpio. La venta de lotería clandestina, además de los chances "casados", ha proliferado en los últimos meses, según lo nota el ciudadano común que es el comprador regular de este juego de suerte y azar popular. No hay una persona en Panamá que haya escapado a una "regañona actitud" de ciertas billeteras o billeteros (que no son todos, por cierto), que obligan a comprar números de tal nivel, sólo por una cuestión psicológica y real: la gente quiere números con fechas de los cumpleaños familiares. Hasta al frente del edificio de la Lotería misma, las billeteras se dedican a la venta de los chances de baja denominación, con otros de números altos, debido a que la gente compra siempre las decenas con fechas de nacimiento de las personas. Los compradores suelen quejarse con las vendedoras, pero éstas se niegan a darles los números exigidos. Empero, la gerencia de la Lotería Nacional de Beneficencia, la cual tratamos infructuosamente de contactar en labores periodísticas, ni respuestas ni acciones parece tomar, sobre todo, en el caso de la mala práctica de la venta de chances casados. Incluso también, se denuncia que ciertos billeteros se dedican a la lotería clandestina, es donde el atraco es más vil, aunque los mismos clientes lo permiten. Por otro lado, para colmo de males, continúa igual la venta de la Lotería de Miami, que no es legal en Panamá y fuera de Estados Unidos. Muchos incautos compran los billetes de suerte floridianos, pero si uno llega a ganar, quizás se encuentre con que no podrá usufructuar beneficios de los mismos. Por el momento, y como recalcamos, las autoridades de la Lotería Nacional de Beneficencia, el Ente Regulador de los Servicios Públicos y el Gobierno panameño no han iniciado una campaña destinada a parar con todas estas irregularidades en la venta de estos premios de la suerte. Quizás el tema de los chances casados y la posible pérdida del prestigio de la Lotería, muy bien puede ser un signo evidente por el cual muchos panameños deciden jugar en las maquinitas de los casinos. Si vemos las posibilidades reales de ganar un centavo en los hoteles y centros de diversión, al mejor estilo de Las Vegas o Atlantic City, les digo que me gusta en particular arriesgarme a comprarle a una digna señora un simple billetito de lotería, a que se me esfumen cien dólares por la "chinguia".
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