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El jefe de la delegación saudita en el Mundial, el príncipe Nawaf ben Faysal ben Abdel Aziz, afirmó el jueves que Nasser al Johar seguiría diriendo el equipo aunque no lograra clasificarse para la segunda vuelta.  |
Los sauditas seguían conmocionados ayer tras la amplia derrota, ocho a cero, sufrida por su selección nacional frente a Alemania en su primer partido del Mundial de fútbol-2002.
Los hinchas sauditas, que esperaban que su equipo sorprendiera a los tricampeones mundiales como ya lo hicieron los senegaleses frente a Francia, criticaron al seleccionador Nasser Al Johar y a sus jugadores que no lograron ni siquiera asustar una vez al arquero alemán Oliver Kahn.
Al Johar, primer saudita que dirige la selección nacional en una fase final de la Copa del Mundo, asumió la responsabilidad de la derrota sufrida en Sapporo (Japón).
"Soy responsable. No es la verdadera Arabia, sobre todo después de los resultados de los partidos amistosos, en los que ganamos a Senegal, que acaba de ganar a Francia, campeona mundial", dijo en una conferencia de prensa.
La goleada alemana llevó al príncipe heredero saudita Abdalá ben Abdel Aziz a llamar a la delegación de su país para remontarles la moral y desearles buena suerte contra Camerún e Irlanda.
Los sauditas, que presumen de ser uno de los gigantes del fútbol en Asia, tienen mucho que hacer antes del próximo partido.
"Vimos a un grupo de fantasmas en el terreno, un grupo de extraños con la camiseta del Verde", sobrenombre de la selección nacional, se lamenta Abdalá, un estudiante.
"Incluso los sauditas más pesimistas no esperaban tal derrota. Pensábamos perder por uno o dos goles en el peor de los casos", afirmó.
La talla de la derrota -- algo nunca visto en un Mundial desde la victoria de Hungría 10 a 1 contra El Salvador en 1982 -- no sorprendió a Nasser, uno de los "ultras" de la selección.
"Cinco jugadores tienen más de 30 años. Jugaron sin táctica", explica. |