Cesc Fábregas dio el susto en el entrenamiento vespertino del tercer día de concentración de la selección española en la Ciudad del Fútbol, al caer mal tras un choque con Gerard Piqué y dañarse el hombro derecho, pero pudo acabar la sesión.
En una acción involuntaria en el primer día que Cesc trabajó con el grupo sin el peto verde, el centrocampista del Arsenal hizo saltar las alarmas.