La ciudad de Kingston, escenario de cuatro días de violencia entre fuerzas de seguridad y grupos armados afines al presunto narcotraficante Christopher "Dudus" Coke, entró en una fase de tensa calma, tras registrarse al menos 49 muertos y 502 detenidos.
Las autoridades cifran en al menos 49 el número de muertos como consecuencia de los enfrentamientos en la zona oeste de Kingston entre las fuerzas de seguridad y grupos fuertemente armados que se oponen a la captura y extradición a EE.UU.
No se descarta que el número de muertos sea muy superior, la mayoría entre la población civil y seguidores de Coke.
Al mismo tiempo, la policía detuvo en la capital a un total de 502 personas, muchas de ellas, al parecer, sospechosas de enfrentarse a tiros a soldados y policías que rastrean el paradero de Coke, al que las autoridades quieren extraditar a Estados Unidos.
Tras la sucesión de tiroteos y el uso por parte del Ejército de helicópteros, no se han registrado enfrentamientos violentos en Tivoli Gardens, el barrio donde se supone se esconde Coke.
A pesar de la aparente tranquilidad, se mantiene invariable el estado de emergencia en la capital del país, y la tensión hasta el punto que la gente, según constatan los medios locales de comunicación, se ha encerrado atemorizada en sus casas.
Hasta el momento, la policía no ha logrado dar con el paradero del presunto narcotraficante en zonas como Tivoli Gardens y West Kingston, donde Coke cuenta con el apoyo masivo de la población y se pensaba que podía hallarse escondido.
El principal escenario de las operaciones policiales han sido las áreas de Woodford Park y Fletcher Land.
"Las fuerzas de seguridad han pedido a Coke que se rinda y, de hecho, le damos la oportunidad de que así lo haga", señaló Dwight Nelson, ministro de Seguridad Nacional de Jamaica.
Información sin confirmar indica que Coke posiblemente haya escapado de Tivoli Gardens, la zona donde se le suponía escondido y protegido por su partidarios, con los que la policía llegó a mantener intercambio de disparos durante cinco horas ininterrumpidas.
El Gobierno estadounidense pidió a Jamaica la extradición de Coke en agosto de 2009, pero las autoridades del país caribeño retrasaron la decisión final hasta la semana pasada cuando el primer ministro, Bruce Golding, dio su aprobación.
Golding se vio obligado a emitir un comunicado de rechazo y condena a las informaciones publicadas en algunos medios de comunicación, sobre sus supuestas vinculaciones con las operaciones de narcotráfico.
Mientras tanto, muchos turistas que pensaban viajar al país han cancelado sus reservas.
No obstante, la ola de violencia se circunscribe sólo a la capital y no se han registrado incidentes violentos en centros turísticos situados en el norte de la nación caribeña.