Ser mujer hoy en día implica mucho, sobre todo si se es madre, esposa, profesional e hija; situación que se acentúa aún más cuando se ha logrado alcanzar un nivel profesional, donde se ve obligada a partir su vida por la mitad poniendo en la balanza el hogar y las responsabilidades del trabajo. La mujer profesional debe dedicarse y dividirse en una multiplicidad de labores, para las que no siempre utiliza las posturas más adecuadas, trayendo como consecuencia una serie de dolores y malestares.
El enfoque de la quiropráctica es trabajar específicamente con el sistema nervioso central a través de la columna vertebral, detectando o localizando áreas de desvalance o subluxación vertebral, que son las culpables de crear una alteración en la comunicación vital que existe entre el cerebro y el cuerpo, explica el médico Quiropráctico Marco Belizaire del Centro Médico Bella Vista.
Lo primero es una evaluación clínica general, para tratar de determinar cuáles han sido los posibles mecanismos que han contribuido a la aparición de los malestares. Una vez el médico quiropráctico tiene una idea de las causas, se inicia con el ajuste específico, localizando las áreas donde hay desbalances. Lo más importante son los cambios en la dieta y el ejercicio, que activan la circulación y la sudoración que ayudan a eliminar sustancias tóxicas que se acumulan dentro de el cuerpo.