La clave del rostro son las cejas, que en muchas ocasiones son las grandes olvidadas del mundo del maquillaje.
Para remediarlo, comienza conociendo el terreno. Descubre las herramientas que debes tener siempre a mano para darle un toque de color.
La regla básica para las cejas: ¾ de la ceja en forma ascendente y ¼ descendente. Y para estar bien segura de no equivocarse en el momento fatídico en que las pinzas de depilar llegan a la zona, piensa en armarte con un lápiz.
Ponlo vertical, siguiendo la línea de tu nariz, justo a lado de las fosas nasales; la base de tu ceja debería comenzar en ese punto. Desplázalo después hasta el rabillo del ojo: ahí es donde tu ceja debe terminar. La parte más alta de la línea estará donde el lápiz cruza el iris.
A SEGUIR:
- No dudes en cortar los pelitos demasiado largos ya que quedan mal sobre el párpado superior (inmóvil). Siempre será mejor que arrancarlos, para que no haya "huecos" en la ceja.
- ¿Rojeces tras la depilación? Ponte un hielo en la zona para descongestionarla.
A EVITAR:
- Depilar las cejas por la parte superior.
- No escojas un color muy oscuro o muy claro para el lápiz de perfilar, el resultado a de parecer natural.
INDISPENSABLE:
Las pinzas de depilar con luz. Son el último grito en materia de depilación, un instrumento que ofrece mayor precisión y comodidad. La luz permite eliminar los pelitos más finos. Se trata de una lámpara LED que se sitúa entre las dos pinzas y que se recarga con una pila de reloj.