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En algunos casos se ha utilizado la música como una terapia para mejorar el estado de ánimo de las personas.  |
No hay mejor manera de lograr el descanso que durmiendo, opinan ciertas personas que logran alcanzar una tranquilidad mental así. Pero, la realidad es que se ha descubierto que la música instrumental relaja, permite buena concentración y, sobre todo, ayuda a realizar diferentes actividades intelectuales.
Detrás de las obras musicales del genio hay algo más, ejemplo de ello es el aumento de energía cerebral y la habilidad para visualizar o imaginar formas especiales. Esto lo revela un escrito sobre el "Efecto Mozart", cuyas obras musicales ejercían un eco acústico.
Se han realizado muchos estudios en cuanto a los efectos que tiene la música sobre el rendimiento del cerebro. En algunos casos se ha utilizado la música como una terapia para mejorar el estado de ánimo de las personas. En este sentido hay científicos que están utilizando la música para evaluar si algunos tratamientos han servido.
Según Yilla de Centella, médico pediatra, los estudiantes que fueron puestos a prueba con la música del "efecto Mozart", aumentaron su destreza intelectual y la habilidad con las manos, en comparación con los otros que alcanzaron un nivel más bajo.
Viéndolo desde el punto de vista científico y médico, el área que se estimula cuando se escucha música está contigua al área del cerebro que tiene que ver con la capacidad intelectual. De esta manera se ha descubierto que la música de Mozart es ideal para realizar estas actividades, ya que se utilizan sonidos en una escala y frecuencia diferente a otros músicos, pues estimulan el cerebro en niños, hombres y mujeres.
EL ORIGEN Y LA SONATA
Un escrito de Katia Miric, de nacionalidad chilena, en conjunto con un grupo de su organización que lleva el mismo nombre, señala que las diversas investigaciones evidencian que la música de Wolfgang Amadeus Mozart, al escucharla, ocasiona un cambio profundo en el cerebro, pero hasta hoy nadie sabe por qué. Por otra parte, quienes padecen de Alzheimer funcionan más normalmente en su rutina diaria y quienes sufren de epilepsia reducen la severidad de sus ataques. No obstante, los críticos de esa teoría sólo aluden al efecto de la musicoterapia en general, lo que los psicólogos llaman "el despertar de una sen sación placentera". Se dice que la música levanta el ánimo de la gente. Aunque son componentes subjetivos o culturales, quizás la música clásica más compleja va más allá. El dolor, el sufrimiento y toda experiencia oscura que vivía quedaba fuera de su mente al momento de componer. Esto significa que cada persona que escucha su música puede experimentar lo mismo y con ello también conseguir una paz espiritual.
SU FUNCIÓN EN LAS EMBARAZADAS
De manera indirecta lo que están recomendando algunos médicos interesados en el "efecto Mozart" a las mujeres embarazadas, es que traten de poner música cercana a su barriga, ya que el agua es un excelente transmisor del sonido, y como es sabido el bebé se encuentra metido en una bolsa de agua. De esta manera si se utiliza un receptor de sonido cercano a la barriga, de seguro la música va a ser transmitida al bebé, y se aumentan las capacidades en el niño afuera e igualmente en el adulto; asimismo se estimula a ese niño, el cual puede tener una mayor capacidad intelectual que el promedio de los niños que no escuchan este tipo de música.
Cuando se escucha la música de Mozart que va dirigida a la alegría y el amor, estas partituras musicales tienen mucha armonía, por lo que las personas sienten que mejora su estado de ánimo.
LAS PRUEBAS DEL EFECTO
Estudios realizados por científicos y psicólogos comenzaron a medir el "efecto Mozart" en la capacidad de aumentar la habilidad de las personas para visualizar formas y dar vuelta a un objeto en la mente. Por lo que se efectúan diferentes pruebas con estudiantes, luego los dividieron en grupos. Unos en silencio, otros escuchando música repetitiva y algunos escuchando música de Mozart, por lo que estos últimos resultaron con mejor destreza ante una nueva prueba.
Se comprobó que las melodías pop tenían las frecuencias bajas, pero que las de Mozart era dos o tres veces más altas respecto a la medición. |