La semana pasada recibimos dos llamadas telefónicas referentes a nuestro comentario crítico al transporte en la Ciudad de Panamá, en donde hacemos hincapié en la necesidad de realizar mejoras estructurales al sistema de movilización de pasajeros, además del cambio de actitud de los conductores del volante.
De parte de la Embajada de Francia recibimos una "consideración" acerca del proyecto del tren ligero. Puesto que todo el mundo sabe que empresas francesas están interesadas en colocar un tren de superficie en la congestionada ciudad capitalina, cuestionamos el hecho de que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) no haya dado claridad en lo que se hará frente al reordenamiento vial de las rutas de autobuses, mucho menos se discute el futuro de las propiedades que tienen servidumbre en la Vía España, la Transístmica o la Justo Arosemena.
El proyecto del tren ligero "sería el adecuado para esta ciudad", siempre y cuando se realicen las mejoras viales necesarias; puesto que el estado actual de las avenidas capitalinas ya no dan abasto para el paso de vehículos, el servicio ferroviario a nivel de la calle ni siquiera podría transitar. Hemos visto el funcionamiento de los trenes ligeros, el metro y el monorriel en otros países, a saber Alemania, Taiwan, Estados Unidos y Canadá. Por supuesto, la planificación debida de las grandes metrópolis como Montreal, Berlín, Bonn, París, Taipei o Boston, permite que se regule el tema del transporte. En Panamá es otra la situación.
Otro sistema de transporte masivo adecuado para aplicarse en la Ciudad de Panamá es el "Monorriel", el cual es un tren que recorre la urbe por estructuras elevadas y un corredor especial sobre las avenidas. Sin embargo, es muy caro y la opción del tren ligero parece más conveniente.
Tanto las empresas interesadas en el tren ligero como el MOP, deben hacer ciertas aclaraciones necesarias, puesto que hay "oscuros vacíos" en la forma de cómo transitarán los vehículos ferroviarios en medio de una ciudad enloquecida por los tranques diarios y el desorden al conducir.
Para razones prácticas, la alternativa de los buses articulados resulta importante, debido a que estos sistemas de transporte masivo son menos costosos. Un autobús articulado necesita de conductores del volante y no causaría el despido de miles de transportistas, cosa que el tren ligero sí provocará, pues al tomar las rutas de Transístmica y Vía España, los autobuses sólo recorrerían las urbanizaciones de procedencia. Entonces, ya no se necesitarán muchos "palancas de ruta".
En cuanto a lo antes expuesto, le recomiendo a la dirigencia transportista de que es hora de "modernizar" conductas y cambiar la actitud frente a los usuarios, los cuales todavía se sienten engañados por el caso del aumento del pasaje a 25 centavos. Exigimos a los dueños y palancas de autobuses que traten bien al pasajero, pues mientras haya malos tratos, los panameños tenderán a acoger las otras alternativas para resolver el tema del pésimo transporte colectivo capitalino. |