CASOS Y COSAS DEL FONDO La manteca de los puercos y el fondo fiduciario
Julio César Caicedo Mendieta
Crítica en Línea
El negocio de vender un puerco a la manera campesina, es ejemplarizante para los estadistas de hoy en día, pues se observa como reditúan libra por libra hasta el último hueso, al punto que el cuero lo venden como chicharrones para que les quede la manteca. Al matar un par de marranos se mercadea lo mejor posible y se hace para solucionar problemas económicos como la compra de uniformes, zapatos, perfumes y gomina. En finquitas con algunos frutales plantados, cultivos de algunas legumbres y verduras, además de cría de gallinas, patos, chivos y cerdos ; cuando uno mata o vende animales, es porque tiene reserva de culecas, gallos y buenos berracos. El Estado Panameño, muchos políticos y el propio pueblo, por años han obtenido beneficios directos e indirectos de las empresas estatales. Algunas empresas pujantes, se han traspasado a manos privadas, por decisiones externas obligatorias, acumulándose dineros en una especie de herencia nacional llamada Fondo Fiduciario que por fortuna, se está trabajando con mucha cautela, buscando la mejor forma de usarla, es decir Panamá tiene una buena cantidad de manteca que tenemos que usar para beneficio del país. El campesino istmeño, desde mucho antes de La Marquesa de Yolombó, decidiera venirse a las tierras calientes de Panamá, precisamente a los predios en donde nació el caudillo Arnulfo Arias Madrid, sabía que un hombre de trabajo valía más ante el dueño de la tienda, si tenía la finquita que mencionamos con pollos saltones, puercos, chivos y gatos y además si le debía harta plata. Tenían claro también nuestros menestrales que el valor de ellos bajaba una barbaridad, si contaban solamente con la finquita y no le debían a ningún abarrotero. Si usamos toda la plata de la bendita manteca para pagarle a los dueños abarroteros del mundo, comprando nuestra propia deuda para ahorrarnos intereses, quedaríamos por mucho tiempo sin chicharrones hasta que matemos más puercos, contando que no tenemos muchos, viniendo como consecuencia que los dueños abarroteros no nos prestarían más, al contrario nos querrán comprar la finquita (el país) aun con pollos y perros flacos. De manera que debemos colocar esos dineros en lugares seguros en inversiones de desarrollo social, a través de los Municipios con plata que tengan buen historial de pagadores, por lo que borren de la lista a los Porteños y a los Come Monos. Así por ejemplo : Si los Municipios grandes de nuestras provincias, decidiesen invertir en vertederos y equipos para cobrar ellos por el servicio de la basura y la limpieza de sus pueblos. En acueductos modernos, sería bueno prestarles del fondo fiduciario, porque generarían empleos, salud y circulación de dinero, mientras que el Estado cobraría al pie de la letra los préstamos a esos Municipios. En Capira y Pacora se piensa que con la plata de la manteca, deberíamos invertir en mejores puercos, y al mismo tiempo pagarle algo razonable a los emplanillados que manejan la tenebrosa tienda del planeta, procurando mantenerlos contentos por un rato.
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En Capira y Pacora se piensa que con la plata de la manteca, deberíamos invertir en mejores puercos, y al mismo tiempo pagarle algo razonable a los emplanillados que manejan la tenebrosa tienda del planeta, procurando mantenerlos contentos por un rato. El campesino istmeño, desde mucho antes de La Marquesa de Yolombó, decidiera venirse a las tierras calientes de Panamá, precisamente a los predios en donde nació el caudillo Arnulfo Arias Madrid, sabía que un hombre de trabajo valía más ante el dueño de la tienda, si tenía la finquita que mencionamos con pollos saltones, puercos, chivos y gatos y además si le debía harta plata.
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