El Partido Panameñista ha realizado elecciones para elegir a los convencionales que hacia finales de julio, deberán definir quiénes serán los integrantes de la nueva junta directiva de este colectivo opositor. De esta manera, ha sido lanzada a los abismos del olvido la designación vía dedo y la democracia interna es un hecho que ha de consolidarse en el futuro de este grupo político.
En las pasadas elecciones generales las bases moradas se revelaron y dieron un voto de castigo a su nómina presidencial, por no haber surgido de un proceso abierto y transparente de consulta, siendo este un partido con mística de lucha durante más de setenta años.
La convocatoria fue un éxito y cuatro jóvenes líderes se midieron en la contienda por captar la mayor cantidad de convencionales. Harmodio Arias, Marco Ameglio, José Blandón hijo y Juan Carlos Varela, recorrieron el país para conocer las aspiraciones de sus copartidarios y lograr un compromiso de carácter programático ante futuros compromisos y decisiones.
Los seguidores del Dr. Arnulfo Arias han aprendido de su eterno rival, el oficialista Partido Revolucionario Democrático (PRD), que la democracia interna y la lucha entre diversas tendencias son elementos saludables en la vida política. Además, han percibido como favorable la capacidad de reciclaje del PRD, algo que deben asimilar de manera correcta ante el grado de desprestigio en el que cayeron luego de las elecciones del 2004.
A partir de este momento, ha cambiado el objetivo su participación política, porque ya no serán hombres o mujeres aspirando a un cargo, sino al engrandecimiento de su partido, lo que les obligará a no perder el contacto con las bases que en última instancias son quienes tomarán las decisiones.
Debe resaltarse que la modernidad ha alcanzado a este partido al definir también otros estratos internos como las secretarías de la Juventud y la Mujer, elementos que dentro del engranaje de un partido político desempeñan un importante papel porque sobre ellos ha de recaer un porcentaje fundamental del trabajo y las responsabilidades.
Así las cosas, no importan los resultados del próximo mes de julio, quedará en la historia el esfuerzo de un hombre como Marco Ameglio por derrotar el sectarismo, para ampliar las posibilidades de su partido y convertirlo en el balance de los eventos electorales, así como en la máxima fuerza de oposición, eminentemente necesaria en todo proceso democrático.
Los panameñistas deben mantenerse unidos y vigilantes para que las fuerzas internas retrógradas no puedan levantarse para atentar contra lo que ahora han logrado y continuar de manera sostenida su desarrollo democrático. Por esto cualquier acuerdo logrado en sus próximas elecciones debe ser realizado en UNIDAD.