Con una sonrisa en su rostro, destreza y energía es la forma como Iván se desenvuelve realizando malabarismo, demostrando la agilidad que desarrolla con sus manos. A pesar del agotamiento trata en lo posible de brindar alegría y transmitir un poco de felicidad.
"No todo en la vida es tristeza, yo brindo una sonrisa para que todos olviden los problemas por un instante y es lo que me gusta", dijo Iván.
Iván es un joven malabarista que inició en esta afición hace tres años y medio. Con su rostro un tanto cansado señaló que le va bien en este trabajo, aunque es un poco agotador debido a los movimientos que debe practicar diariamente, señala que lo más importante para él son las personas.
Es una forma honrada de ganarse el dinero y se divierte sanamente. Él y tres amigos se especializan en esta modalidad dando a conocer su talento y creatividad. Ellos hacen percusiones, lanzan fuego por la boca, malabarismo aéreo, acrobacia, realizan presentaciones privadas, y "shows" para fiestas infantiles.
Como es independiente no tiene un horario fijo para iniciar su labor, pues es su propio jefe. En ocasiones está súper agotado que su cuerpo ya no resiste y decide retirarse temprano y continuar al día siguiente. Como todo deporte, el malabarismo también requiere una sana alimentación. Lo mejor de todo, a los conductores les gusta lo hacen.