EDITORIAL
Espiral de violencia
El macabro hallazgo del cadáver de un hombre que fue mutilado con una sierra eléctrica y luego quemado, revela que en Panamá se están entronizando métodos criminales propios de los carteles colombianos del narcotráfico.
Ese hecho sumado a otras cuatro ejecuciones perpetradas durante el pasado mes en el distrito de Arraiján y Felipillo, pone de manifiesto que las bandas de traficantes de cocaína mantienen una férrea pugna por el control del mercado de la droga o existe una guerra declarada contra los llamados "tumbadores", o sea sujetos que se apoderan de la cocaína, sin el correspondiente pago por esa letal e ilícita mercancía.
Frente a la situación que mantiene alarmada a la población de Arraiján, sobre todo en Vacamonte, donde se ubicó al descuartizado, las autoridades de la Policía Técnica Judicial y de la Policía Nacional, deben actuar con mayor eficiencia.
No es posible que los sicarios actúen libremente y nadie pueda controlar la situación. Ya son varios los crímenes atroces perpetrados en Panamá, sin que se tengan detenidos. El año pasado el abogado Roque Pérez fue asesinado en las narices de altos funcionarios del Estado y hasta ahora el caso sigue en el misterio.
Las autoridades deben imponer mayores controles en el ingreso de extranjeros sospechosos de estar relacionados a actividades ilícitas y así se podrán prevenir crímenes espantosos como los que ahora diariamente se reportan.
La violencia es una realidad en el país y no se puede ocultar. Nadie quisiera que se dieran este tipo de hechos en Panamá, pero están sucediendo. ¿Cómo pretender ocultar lo que pasa y decir que vivimos en el país de las maravillas?.
Hay que reforzar la seguridad y la presencia policial en las calles. Pero los operativos deben ser para buscar a los maleantes y no para solicitar licencias de conducir.
Los policías saben bien dónde y quién vende drogas en cualquier barrio. ¿Por qué no se actúa?. En vez de malgastar recursos en operativos para chequear la vigencia de una licencia. Hay que estar vigilante en los barrios que registran los mayores niveles de violencia, porque de lo contrario el hampa se tomará las calles de Panamá, a ciencia y paciencia de los policías.
PUNTO CRITICO |
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