El buen momento que tiene y vive el boxeo panameño sigue. Ahora Panamá celebra un triunfo más. Me refiero a Celestino "Pelenchín" Caballero, que en gran forma superó al venezolano y veterano José Luis Valbuena, ganándose el derecho de disputar la corona mundial de las 122 libras de la Federación Internacional de Boxeo ante el mexicano Israel Vásquez.
No es para menos la felicidad que ha tomado el boxeo. La familia de este deporte celebra porque puede haber otro campeón este mismo año.
Fue una victoria categórica y todo pareciera ser que los aires de triunfo regresan al boxeo criollo que en años atrás dio y regaló muchas satisfacciones a este pueblo que ahora comienza a respirar y a vivir el boxeo.
No es para menos, con dos campeones ahora cada actividad boxística de nuestros púgiles es más relevante.
Antes muy pocos estaban tan entusiasmados con estos triunfos, pero ahora la situación ha cambiado.
Quiero felicitar a través de este espacio a "Pelenchín", quien personalmente antes de viajar, me comentaba que iba confiado y relajado con deseos de ganar y por la vía rápida.
Lo consiguió, así es que lo felicito por su gran pelea y ahora hay que seguirse preparando.
En otro tema, observé la presentación de Juan Carlos Tapia con la pelea entre "El Loco" Mosquera y Yodsanan Nanthachai y me parece que el panameño tuvo una presentación de la cual todos nos podemos sentir orgullosos.
El referí no detuvo las acciones en el undécimo asalto porque se trataba de un campeón que nunca había sido noqueado y tenía varios años de ser monarca.
Pero al final las cosas salieron muy bien para el panameño que hoy día también celebra su conquista.
Mosquera demostró el coraje y la garra que hay en nuestros peleadores y ojalá tengamos este año más campeones.
Ya se perfilan y se entusiasman con estas victorias de boxeadores panameños, los púgiles Mauricio "Ñáñara" Martínez, Ricardo Córdoba, Celestino Caballero y hasta el propio Carlos "Shangai" Melo.
Es bueno el aire de triunfo que se respira en el boxeo. Pareciera que la época dorada está a la vuelta de la esquina