Proteger a los consumidores panameños y garantizarle a los productores nacionales entrar a mercados como el europeo, donde paguen más por su rubros, son algunos de los objetivos por los cuales fue creado el Nuevo Laboratorio de Residuos Tóxicos, ubicado en Tocumen.
Así lo dio a conocer el presidente Martín Torrijos en la inauguración de estas modernas instalaciones, que tuvieron un costo de dos millones de balboas y que servirán para verificar que los alimentos que se producen en el país no afectan la salud de los consumidores.
El mandatario señaló que es importante para la comercialización que los productores y el gobierno se organicen y tomen ventaja de la posición geográfica de Panamá, donde pasan cerca de 14 mil barcos al año.
"La oportunidad de lograr nuevos mercados era lejana porque no teníamos un laboratorio que certificará nuestras exportaciones y sin embargo criticamos a otros países con mayor tecnología y mayor conocimiento científico", advirtió.
La infraestructura cuenta con cuatro componentes que son un laboratorio de Residuos Tóxicos, con una sección para el área vegetal y otra para el área animal; un laboratorio de Control Biológico y un Bioterio de Infección; igualmente una Planta para el Tratamiento de Aguas Residuales, para garantizar que las muestras tratadas no se conviertan en una fuente de contaminación.
Esta obra era un anhelo de los productores agropecuarios nacionales, porque sin ella existían obstáculos para la exportación de sus productos en los mercados internacionales.