El biólogo panameño Edgardo Griffith y un famoso visitante se sorprendieron cuando encontraron sobre una piedra en medio del bosque nuboso a una ranita dorada.
El animal "es un ícono cultural" que está a punto de desaparecer en Panamá, expresó Griffith.
El regocijo fue doble porque se trataba de una hembra.
"Fue una emoción encontrar una rana sobre la roca; nos dio la esperanza y alegría comparable a haber encontrado un rinoceronte negro en las sabanas del Africa, un oso polar en el �rtico o un águila calva en Estados Unidos", manifestó el presentador de Animal Planet, Jeff Corwin.
El episodio data de comienzos de abril en la región de El Copé, uno de los hábitats de la rana dorada y en donde casi es un milagro encontrar al anfibio.
Reverenciada por los indígenas, que hasta hacían objetos de oro con su figura y la consideraban una especie que daba suerte y fertilidad, ahora la ranita está al borde de la extinción y su futuro apunta a vivir en cautiverio, como especie en exhibición.
La gente vende objetos preciosos de artesanía con la figura de la ranita, anuncios publicitarios la toman como emblema y el gobierno la usa en los billetes de lotería. Una calle de El Valle tiene el nombre del animalito.