Este mismo deporte que carece de apoyo, que es vulgar mendigo una y otra vez, se atreve a soñar con llegar a un mundial.Es este mismo deporte sin canchas, donde, por ejemplo, el segundo distrito en importancia de la ciudad capital, San Miguelito, tiene una ridícula y vergonzosa cancha de arena y piedras (por no decir caliche), conocida como el 28 de Diciembre... así soñamos con ser grandes. Sí, este mismo deporte que carece de profesionalismo en todo el sentido de la palabra, donde no exportamos ni siquiera un técnico, se atreve a soñar con estar en la Alemania de Beckhenbauer, de Goethe, de Bethoveen...Así es, nadamos contra una corriente histórica.
Y este deporte, número uno del mundo, tiene todo el derecho de querer estar. Tiene esa ilusión, ese anhelo de soñar, pero las realidades son otras, por las duras condiciones que afrontamos, aunque nos duela reconocerlo.Es la realidad, producto del poco apoyo que ha recibido a lo largo de estos años, y las constantes improvisaciones, terminadas, como era lógico en el fracaso... Apoyo que hace falta, pues es necesario y vital, tanto de la empresa privada como del gobierno, ya que no se puede cosechar, sin antes sembrar.
Es totalmente imposible llegar a un mundial sin la constante colaboración de las dos entidades antes mencionadas. Como ocurrió recientemente en Honduras, donde el presidente logró concretar un apoyo del Real Madrid para abrir escuelas de este prestigioso club en su país.Digo todo esto porque se acerca la etapa más importante de la eliminatoria, la competitiva. El compromiso del Estado es vital, no sólo a corto plazo, sino a largo y mediano.La creación de estadios y complejos será la única forma de garantizar que el deporte se expanda, eliminando así la delincuencia y mejorando la salud de la ciudadanía.También la federación, no sólo la de fútbol, debe tener manejo permanente con la empresa privada, que tiene esa pequeña obligación moral de también apoyar al sufrido deporte.Si todo esto se da, podremos ir a un Mundial, no se a cuál, ojalá sea al que sigue... Pero si continuamos con "cuadruchos" como el 28 de Diciembre, no vamos a ningún lado, y nos quedaremos con las ganas de hablar alemán... con todo y "Cheché"... Simplemente hace falta mucho apoyo... tanto como estrellas hay en el cielo.