En los últimos años, el rol de la mujer ha ido tomando mayor auge en la sociedad, tanto así, que la mujer puede ocupar hoy lugares de gran importancia en los ámbitos de la cultura, en la política, en la economía, y muchas otras actividades que realizan a diario los hombres, pero no por eso, ellas deben renunciar a su condición de esposas y de madres. Un ejemplo son nuestras entrevistadas Lorena, Elsie y Zuelen, quienes en compañía de otros personas tienen la responsabilidad de controlar toda la energía que se distribuye en el país.
LORENA PEREZ
Lorena Pérez tiene 26 años, es Ingeniera Electrónica y está estudiando una Maestría en Logística Empresarial. Es una joven soltera llena de sueños y anhelos.
Su llegada al Centro Nacional de Despacho (CND) fue gracias a una práctica profesional de cuatro meses, de allí nace la solicitud de empleo que le abriría la puertas a formar parte del grupo de controladoras de energía.
Después de 10 meses, Lorena llegó a adquirir la experiencia de ciertos manejos en el CND.
Su trabajo empezó a gustarle con el tiempo, pero a la vez le cambió la vida, porque el tiempo para dedicarle a sus familiares y amigos ya no es igual.
ANECDOTA
Hace un mes Lorena presenció su primer daño en toda su trayectoria de trabajar en el CND, "cuando se dispararon dos transformadores en la planta de Bayano y mi responsabilidad radicaba en devolver la luz a todo el territorio afectado".
Seguir creciendo es el deseo de está chica que cada día que pasa se esmera más y más por hacer las cosas bien.
Su mayor satisfacción es saber que ella puede ayudar a su país transmitiendo sus conocimientos y a la vez demostrando que no hay trabajo que las mujeres no puedan desempeñar.
Lo más importante es que tú velas por la seguridad de tu gente, concluyó Lorena.
ELSIE CORRIOSO
Si por alguna circunstancia de la vida tuvieras que abandonar tu trabajo ¿Qué es lo que más recordarías? Bueno, a mis compañeros, pues para desempeñar este trabajo necesitas tener mucha comunicación para resolver los problemas que se presentan Siempre hay que estar coordinados, lo que hace que se crea un vínculo de afecto.
Con este pensamiento, iniciábamos una breve conversación con la Ingeniera en Electromecánica Elsie Corrioso, de 25 años, quien además estudia una Maestría en Gerencia de Proyectos.
Es una joven soltera y con sus metas bien definidas.
Los inicios de Elsie fueron igual que los de Lorena, ya que ambas iniciaron el mismo día y por práctica profesional. Con la diferencia de que esta chica tuvo la oportunidad de viajar a El Salvador para un intercambio con otros países centroamericanos sobre el ejercicio de su profesión.
Para ella, ser controladora de energía es algo muy difícil, pero con el paso del tiempo uno se va acostumbrando y a la vez, va adaptando su vida. Desde un principio Elsie estaba preparada para este tipo de trabajo, además se siente muy orgullosa de haber roto paradigmas y de llevarse el triunfo de ser las pioneras en todo Centroamérica realizando está ardua labor.
Como en su trabajo, los turnos son rotativos ella trata de aprovechar su tiempo libre al máximo, durmiendo y haciendo los quehaceres de una chica normal.
ZUELEN CERDA
No hay palabras para definir el valor y el esfuerzo que hace Zuelen Cerda, otra chica despachadora de energía, que a pesar de su embarazo de ocho meses sigue desempeñando su labor con mucho orgullo y dedicación.
Sus inicios fueron igual que sus compañeras, pero desde el primer momento que entró al CND su vida ha cambiado, pues su trabajo de suministrar, administrar y controlar toda la energía del país, es una responsabilidad muy grande y que no cualquiera puede hacer, puesto que uno va adquiriendo conocimientos con el tiempo.
"A pesar de mi estado de gestación nunca he faltado ni demostrado desinterés por el trabajo. Viví mi anécdota junto con mis compañeras, recuerdo que estábamos solas pero hicimos lo que estaba en nuestras manos para regresar la luz.
En mis dos años de laborar he vivido tres apagones, pero siempre salimos bien del problema, gracias a Dios.
Algo que nunca olvidaré es cuando iniciamos. Una persona llamó y contesté en qué podemos ayudarle, el hombre contestó: páseme a un despachador, y yo le dije: le habla una despachadora y la persona dijo: ah.. Para la gente era algo increíble que una mujer realizara este trabajo, para ellos no podía ser posible que una mujer fuera controladora de energía.
Me gusta mi trabajo, por eso siempre trato de hacerlo lo mejor posible", manifestó Zuelen muy orgullosa de lo que hace.