El Glasgow Rangers se clasificó a la final de la Copa de la UEFA tras amarrar en Italia el empate sin goles que buscó e imponerse al Fiorentina en una tanda de penaltis, en la que falló Christian Vieri y el español Nacho Novo anotó el decisivo (4-2).
Fue lo único emocionante de una tediosa semifinal, nada que ver con la intensidad vivida en la Liga de Campeones los dos días anteriores.
El Fiorentina se mostró impotente, incluso cuando el rival jugó con un hombre menos los diez últimos minutos de la prórroga.