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A ORILLAS DEL RIO
LA VILLA
Aumenta el ejército de desempleados
Santos Herrera
No obstante las reiteradas intervenciones de altos personeros del presente régimen, en relación al elevado índice de desempleo en la República, insistiendo en que el porcentaje ha disminuido en el último año, somos de la opinión que la cruda verdad nos indica que todo esto no es más que otra falacia del gobierno. Decir que ahora hay menos desocupados que el año pasado, resulta desde todo punto de vista irrisorio y quien así habla, vive de espaldas a la realidad. Si no se han abierto nuevas fuentes de empleos, los colegios secundarios y las universidades han graduado millares de jóvenes y sumado a esto, el hecho cierto de que la presente administración ha botado a una gran cantidad de servidores públicos, entonces, ¿quién va a creer ese cuento de que las cifras de desocupados han bajado?. Y esto tiene que ser así por la clase de políticos que en la actualidad manejan la cosa pública. Son personas que únicamente responden a sus intereses de clases, por lo que lo hacen insensibles al dolor y a la angustia de las mayorías nacionales. Son hombres electoreros, que en los ocho meses de estar gobernando el país, no han podido elaborar programas y acciones, tendientes a mejorar las condiciones mínimas de los panameños, que tanto en la ciudad como en el campo llevan una existencia miserable, sin futuro y sin esperanzas. Sin embargo, estos mismos señorones, en el tiempo que tienen, de estar en el gobierno han fracasado porque no han tenido la estatura de estadistas para enrumbar a la Nación por el sendero del desarrollo y el progreso, pues en lo interno es tal el desbarajuste, que estamos próximos al caos y en el orden internacional han mantenido una política de sometimiento y entreguismo que ofende la dignidad nacional. A pesar de esto, ya algunos están vociferando que la silla presidencial en 2004 les pertenece. Es el caso de un ministro, que sólo ha brillado por sus gestos groseros y su incapacidad, que de manera soberbia, reclama a cuatro años de las elecciones, que el próximo presidente de la República, tiene que ser uno de su partido. Consideramos que las aludidas declaraciones constituyen una burla al pueblo panameño, que vive momentos difíciles por el desgobierno reinante. Me contaba un administrador de una mediana empresa de Chitré, que ante la necesidad de encontrar un reemplazo para la secretaria que por su estado de gravidez tiene que retirarse por un lapso de cuatro meses; puso una cuña en una emisora por una sola vez, en la cual anunciaba una vacante temporal; y en menos de tres horas, veinticinco muchachas se acercaron a su oficina con el ánimo de lograr la plaza. (Continúa...)
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