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Mireya Moscoso  |
El jefe del Consejo de Seguridad, Ramiro Jarvis; el director de la Policía Nacional, Carlos Barés y el subdirector de la PTJ, Javier Chérigo viajaron ayer a Nicaragua, para entrevistarse con autoridades de ese país, con el fin de esclarecer el escándalo del tráfico de 3,000 fusiles AK-47 y 5 millones de municiones, que fueron desviadas a los paramilitares colombianos.
Trascendió que las autoridades de ambos países, acordaron mantener en reserva los aspectos tratados en la reunión hasta que se concluyan las investigaciones.
Sin embargo, una fuente en Nicaragua reveló a Crítica que una de las interrogantes formuladas fue el por qué se aceptó a una empresa intermediaria, cuando ese tipo de operaciones de compra y venta de armas se realizan de Estado a Estado.
Una publicación en Nicaragua alega que una fuente cercana al aparato militar y policial de Ese país, advierte muchas cosas oscuras en este asunto de las armas.
Mientras, el empresario Oris Zoller, intermediario en la operación, dice tener sospechas que fue en Panamá, donde se desviaron los AK-47 hacia Colombia.
También trascendió que las bayonetas que aparecían en la orden de compra de la Policía de Panamá y entregadas por la Policía de Nicaragua, presuntamente fueron a parar a Estados Unidos. |