Son muchos los especialistas que aseguran que el sedentarismo es el principal riesgo para la salud de las personas mayores. En este sentido son varios los estudios que demuestran que los mayores que son o se vuelven físicamente activos, tienen menos probabilidades de morir en los cinco años siguientes que aquellos que son o se vuelven sedentarios.
La realización de ejercicio físico moderado está ligado a la prevención de muchas patologías como el cáncer, las cardiopatías y la hipertensión arterial.