Quizás hayan escuchado la palabra "swinger", que no es otra cosa que el intercambio de parejas.
Como en otros países, Panamá no escapa de esta realidad, aunque el grupo que lo practica es un círculo muy cerrado, donde por supuesto no aceptan menores de edad.
¿Cómo es la experiencia? Según un panameño de 36 años, que se declara "swinger", todo inició cuando encontró una página web panameña que se dedica a promover esta práctica. Allí hizo amigos que estaban dispuestos a intercambiar sus parejas, algunos estaban solteros.
Cuenta que para él lo más difícil fue convencer a su novia, ya que asegura que las panameñas son un poco moralistas.
Cuando su chica dio el "sí", acudieron a varias reuniones, donde había otros "swinger", allí conversaban, tomaban y, sobre todo, se conocían. Según él, el éxito está en saber escoger a la pareja que compartirán.
Manifestó que hay parejas que no aceptan involucrar solteros de cualquier género por temor a que, con un tercero en discordia, pueda poner en peligro la relación; la fidelidad es una regla en la pareja que acuerda esta práctica o estilo de vida sexual.
MUCHA COMUNICACION
Dice que la comunicación es muy importante y saber cómo se sienten los demás.
Relata que no fue tan cómodo la primera vez, cuando le tocó ver a su pareja teniendo sexo con otro, asegura que esa inseguridad ha cambiado, son muy felices y tienen dos años practicando esta forma de vida, como le llaman ellos, ya que hay reglas que deben cumplir, además se siente más liberal y apasionado.
