A tres días del primer choque de la Champions, el entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, cambió de táctica en la sala de prensa.
Ha dejado de lado su proverbial equidistancia para pasar al ataque y en un discurso que se movió entre la ironía y el victimismo, incluso se atrevió a hablar sobre los arbitrajes y de José Mourinho tras el encuentro ante Osasuna, algo impensable tiempo atrás.
"Lo tenemos todo en contra. Somos lo que somos y hay que hacerlo todo juntos en la dificultad. No vamos al Bernabéu en las mejores condiciones para jugar", dijo Guardiola.